domingo, 7 de septiembre de 2014

Dos cuentos de Antonio Orlando Rodríguez






Regalo

Me regalaron un radio japonés. Pero no entiendo nada de lo que dice.




El piano

Un lunes por la mañana, Mozart se puso su pelica de algodón de azúcar y sus escarpines de rayas negras y amarillas, y empezó a tocar en el piano una música cantarina. ¡Oh sorpresa Entre las teclas del intrumento súbitamente nació una flor. Al día siguiente, creció otra; y después se asomaron muchas más. Cuando llegó el domingo, el piano era un jardín y Mozart le regalaba al mundo los sonidos más olorosos y perfurmados que se hubieran escuchado jamás.



No hay comentarios:

Publicar un comentario